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Raquetas de tenis para principiantes: 5 consejos clave

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    Raquetas de tenis para principiantes: 5 consejos clave

    Elegir sin complicarte

    Tu primera raqueta no va de fórmulas ni tablas: va de sentirte a gusto desde el primer peloteo. Si estás empezando, has vuelto tras un parón o buscas una para tu hijo/a, quédate con esta idea: elige una raqueta de tenis para principiantes que puedas mover con soltura, que te perdone errores y que no canse el brazo. Con eso ya tendrás gran parte del camino hecho y podrás ajustar detalles más adelante. Sigue estos 5 consejos clave para elegir correctamente:

    1. Peso que no te pase factura

    El peso marca la diferencia en la comodidad. Como punto de partida razonable, busca una raqueta ligera-intermedia (aprox. 260–300 g sin encordar). Si al hacer un par de swings notas que el hombro “tira” o te cuesta acelerar, estás demasiado arriba; si, en cambio, la sientes inestable cuando la bola pega fuerte, te falta un poco de estabilidad. Empieza por la parte baja del rango y sube un escalón cuando tu gesto sea más sólido.

    2. Cabeza generosa, más margen

    Una cabeza amable (alrededor de 100–105 in²) amplía el punto dulce y te regala margen cuando no impactas perfecto. Si ya controlas lo básico y quieres algo más de precisión, puedes acercarte a ≈100 in²; si vienes de cero o buscas confianza, quédate un poco por encima. No es una ciencia exacta: prioriza la sensación de “perdón” y salida de bola sin esfuerzo.

    Algunas raquetas “pesan” más delante (potencia fácil) y otras se notan más vivas al mango (maniobrables). Prueba dos o tres swings: si la raqueta se siente torpe en cambios rápidos, busca algo más manejable; si “baila” al recibir el impacto, sube un punto de estabilidad. Pequeños ajustes bastan; no hace falta saltar de extremo a extremo.

    3. Para niños y junior

    La regla es simple: ligereza y manejo primero. La raqueta debe poder moverse con una mano sin esfuerzo y, al apoyarla junto a la pierna, que la punta no les pase mucho de la cadera. Las longitudes junior habituales van de 19” a 26” según estatura, pero manda la comodidad. Si dudas, prueba en pista: si arrastra la punta o pierde el control del balanceo, es larga o pesada.

    4. Dónde juegas también cuenta

    En pista dura o rápida conviene una sensación sólida que no vibre en el impacto; en superficies más lentas (como la tierra batida) ayuda una raqueta fácil de acelerar para levantar la bola con altura. Y un consejo universal: lleva overgrips de repuesto para días calurosos o húmedos; el agarre lo agradecerá.

    5. Prueba rápida antes de decidir

    Sin necesidad de bola: sujeta la raqueta, haz un par de gestos de derecha y revés y simula una volea. Si puedes acelerar sin apretar y la muñeca no protesta, vas bien. Si sientes tirón en hombro/antebrazo, prueba una opción un poco más ligera o con cabeza más amable; si se mueve demasiado al impactar, sube un punto de estabilidad.

    Errores frecuentes (y cómo esquivarlos)

    Elegir por estética o por lo que usa un profesional; pasarse de peso “para pegar más”; optar por un grip grande que obliga a apretar; montar cuerdas duras con tensiones altas desde el día 1; y no revisar sensaciones tras las primeras semanas. La vacuna: comodidad primero, pequeños ajustes después (tensión, cuerda, overgrip) y solo entonces valora cambiar de marco.

    En una línea

    Empieza con peso ligero-intermedio, cabeza generosa, agarre correcto y cuerdas cómodas; juega, escucha tu brazo y ajusta poco a poco.

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